El recorrido fue un tanto tortuoso al inicio, hacía mucho mucho frío y yo sin sudadera, pero que hacerle, ya estaba ahí, al paso de los metros recorridos, mi cuerpo fue entrando en calor pero mis manos seguían congeladas y continué...
De repente me di cuenta que aún cuando ya había luz, la Señora Luna seguía ahí, lúcida, tan hermosa, tan grandota, tan brillante, tan "ella", acompañando mi recorrido y decidí guardarla en mi celular, para recordar la grata compañía de mi recorrido matutino....
Fue una carrera como de unos 8 km, aproximadamente, me sentí tan bien, libre, feliz, con mi música, con el aire frío pegando en mi rostro y que además congelaba mi nariz y las manos pero aun así super rico.
Vida, ¡Gracias por este día!, por permitirme respirarlo, sentirlo, gozarlo y encantarme cada momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario